lunes, 10 de agosto de 2009

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domingo, 9 de agosto de 2009

Queridos alumnos


Madrid 16 de junio de 2009

Queridos alumnos:

Como ya hemos terminado el curso puedo confesaros un secreto. Pero no se lo digáis a nadie. Me hace mucha ilusión venir al “Ciudad de Jaén” y compartir con vosotros un ratito por las mañanas. Creo que soy un privilegiado por esto. ¡Gracias!

Durante este curso he intentado enseñaros algo de Matemáticas. Me hubiera gustado haberlo hecho mejor. En la vida saber matemáticas es muy importante. ¡Ya lo veréis!

Pero, sobre todo, he procurado mandaros unos mensajes muy sencillos.

La escuela es una segunda casa. La escuela es el hogar de todos. El tiempo que se pasa en la escuela no se olvida nunca. Cuando seáis viejecitos, como yo soy ahora, estoy seguro de que os acodaréis con cariño de vuestra escuela. ¡Quered a la escuela! ¡Ayudad a que sea cada vez mejor!

Aprender merece la pena. Es maravilloso saber cosas, comprender el mundo. ¡Ser una persona educada es estupendo! El conocimiento os dará la palabra en la sociedad y la capacidad para transformar el mundo. ¡Hay tantas cosas por cambiar!

Defended siempre principios nobles que os haga sentiros importantes, aunque a veces no sea lo más cómodo.¡No perdaís nunca vuestra dignidad!

Tabajad con ganas en cosas que merezcan la pena. El trabajo dignifica a las personas y es lo que da auténtico valor a las obras. Sólo las cosas que construyes con trabajo y esfuerzo te hacen realmente feliz. Sobre todo si el trabajo es compartido y hecho en equipo. Poneros vosotros mismos vuestras propias obligaciones, buscad con quien compartirlas.

Seguid siendo buenas personas, conduciros con humildad y sencillez. Sed solidarios y generosos. Respetad a los demás. Evitad estar siempre a la defensiva enfadándose por todo. Sed alegres. Ganad amigos. Es lo que más vale. ¡Aprended de todos!


Sabed que sois estupendos, unas personas maravillosas. La gente acabará dándose cuenta de ello si le dais una oportunidad. Tenéis toda la vida por delante. Yo apuesto por vosotros y por vuestro futuro. ¡Os recordaré y os apoyaré siempre!

Si alguna vez os he dado un mal ejemplo, o si os he herido en algo ha sido sin querer. ¡Perdonadme!

Este verano, descansad, relajaros, leed mucho, haced las tareas de matemáticas (¡Por favor!) y cargad las pilas. ¡Hasta septiembre!

Con mucho cariño. Os quiere. Vuestro tutor.

Angel